Tuesday, July 15, 2008

God (Part III)



No le creo a Kichner
No le creo a Miguens
No le creo a Cristina
No le creo a Llambías
No le creo a Moreno
No le creo a Buzzi
No le creo a D'Elía
No le creo a De Angeli
No les creo a 90 mil en el Congreso
No les creo a 220 mil en Palermo
Creo en mí
Y esa es la única realidad.
El problema es que no sirve para nada.

El problema es que los 80 mil son muy pocos y si fueron por el chori, los 220 mil son demasiados y fueron por un chori de otro tipo. Y se dan tan poca cuenta como aquellos a los que les dedican sus carteles.

No me sorprende la convocatoria del gobierno. Ya es mucho que 80 mil tipos se banquen escuchar el enésimo discurso delirante y paranoide que habla de golpismo, desestabilización y grupos de tareas. Si encima recortamos a los que fueron llevados por punteros, el número se vuelve aún más triste. Pero es el número que se merece este gobierno porque este gobierno es triste. Triste porque como bien dice Caparrós: "La idea de que este gobierno se merece apoyo porque sus enemigos son nefastos no me satisface". Yo quiero apoyar al gobierno porque me da motivos para apoyarlo, porque tiene propuestas, porque me demuestra en acto que es distinto a aquellos a los que desde la retórica dice estar enfrentado. Yo quiero un gobierno al que le pueda creer eso de la redistribución de la riqueza y la igualdad social, porque veo que lo hace, además de decirlo. Pero no, lo único que veo es el enfrentamiento rabioso y constante.

Y tanto enfrentamiento agota. Especialmente porque es el enfrentamiento entre dos facciones por un billete al que todos los que miramos -y la enorme mayoría de los que apoyan a una u otra facción- no vamos a tener acceso, como nunca lo tuvimos. Esa posibilidad jamás estuvo en los planes.

Entonces, me asustan las 225 mil personas. Me asustan porque en la masa es muy difícil dirimir los grises. Me asusta porque cuando llambías dice "Está todo el país presente" nadie se detiene cinco milésimas de segundo a sopesar el significado real de esas palabras. Me asusta porque cuando Llambías dice "No nos van a poner de rodillas", me pregunto a quiénes abarca ese "nos". A mí no, seguro. Pero a los pequeños productores tampoco. Ni al 99% de los tipos de clase media y media alta que fueron a Palermo. Me asustan porque digo, ¿no se dan cuenta? ¿Pueden aplaudir a un tipo que en la jeta les dice "que paguen el lomo a 80$?".

Estamos mal. Vamos peor.

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1 Comments:

Blogger 1+ said...

¿Me permitís firmar este post como si tus palabras fueran mías?...

No, no se dan cuenta, ni siquiera con la irrefutable demostración de hoy de que la discusión política en este país se limita, de ambos lados, a fanfarronear a ver quién es el que lo tiene más grande (el poder de convocatoria, claro).

No, no se dan cuenta, y a nadie le importa sumarse a un acto patrocinado entre otros por Luis "si dejamos de afanar dos años" Barrionuevo: memoria cero.

No, no se dan cuenta, y se suben al carro de quienes luchan por evitar un impuesto -tal vez excesivo- a los exportadores que en las arcas del fisco no es nada al lado de la recaudación por un impuesto al consumo (sic) del 21% sobre precio final que pagan tranquilos y calladitos: IVA para los perejiles sí, pero retenciones a Bunge no.

Este gobierno no es triste, es tristísimo; y el futuro que vislumbro hoy en día ya es más que tristísimo: me deprime tanto que me faltan las palabras para definirlo. Saludos.

8:49 PM

 

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