Grunge XXIX: Epílogo

Me encantaría poder seguir contándoles más sobre Señor de las Moscas. De hecho, me encantaría tener más para contar, pero Señor de las Moscas fue un sueño que duró poco más de un año, más allá que haya dejado una larga lista de cosas positivas en mi vida, entre las que se cuentan los recuerdos que he ido asentando. Además, me dejó algo esencial: dos de mis mejores amigos: el Negro y Ale. La etapa Señor de las Moscas-grunge-Tabasco fue hermosa porque fue una época de libertad absoluta en todos los planos, fue una época de descubrimientos externos e internos, un tiempo de independencia, de sueños que parecían siempre a un paso de ser cumplidos y, por sobre todas las cosas, una etapa de gran inocencia, de instinto puro. En ese plano, nunca volvería a atravesar un etapa tan feliz en mi vida. Sí atravesaría tiempos de indecible felicidad (tener un hijo es lo mejor que te pued epasar en la vida), pero ya sin la inocencia de aquel entonces. Y sin la perfección, otro factor fundamental. Ese año fue perfecto porque todo encajó en el lugar y en el momento justos, al punto de parecer que estábamos protagonizando una película. Pero bueno, la película llegó a su fin, solo quedan los recuerdos.

Quizás alguno de ustedes se pregunte qué es de la vida de cada uno de los protagonistas. Bien, ahí vamos:

- El Negro se casó con Montse para, con gran dolor escribo esto, separarse este año. En el camino tuvo una banda a lo Tool, llamada Lo Mismo, que al separarse engendraría a Superextra. De todas maneras el Negro dejó el rock, para dedicarse a la música brasileña y cubana y a dar clases de batería en la EMBA. Además da cátedra con 10 en la espalda, jugando para nuestro equipo de fútbol, el Palermo FC.

- Nacho se fue a tocar con Sebas, su profesor y mentor, en una banda llamada Kin Crisis. Lo intentaron por al menos cinco años, pero no funcionó. Hoy Nacho es abogado, está felizmente casado, y de vez en cuando le entran ganas de tocar.

- Ale se recibió de ingeniero y se casó. Era el impasable líbero del Palermo FC, pero hoy vive en Barcelona. Antes tocó en Kin Crisis, pero se fue rápido. También formó un mini combo conmigo y otros músicos, llamado Black Zeppelin Experience. Aquella experiencia también fue breve. Durante 1995 y 1996 tuvo un bolkiche en Cabildo y Juramento junto al antiguo dueño de Tabasco. Se llamó El Gran Omi y fue una suerte de Neo Tabasco.

- ¿Su servidor? Su servidor estuvo de novio con Agustina hasta mediados de 1996 donde todo terminó muy mal. En el medio pasó por Sudor Sudaca -que duró un año- y fundó Mara Desnuda (combo que buscaba fusionar a Jane's Addiction, Smashing Pumpknis, Soundgarden, Tool y Alice In Chains), banda que duró poco más de un año, pero que me dejó a Agustín, otro de mis mejores amigos. En 1996 me puse de novio con Jackie (sí, la yanqui amiga de mi hermana, ¿se acuerdan?) con quien conviví en Nueva York durante seis meses. Todo terminó y me volví hecho un moño de Nueva York. En el '98 me puse de novio con Marcela, con quien me casé, tengo un hijo y espero otro. También en el '98 armé Zelig, con Agustín -de Mara Desnuda-, Jero -de Sudor Sudaca-, Carlos -el fan numero uno de John Cale- y una larga lista de bajistas, de los que el que más duró fue Ale (otro, no el de Señor de las Moscas). Zelig pretendió combinar a Joy Division, la Velvet, los Who, los Beatles, Neil Young y Jane's Addiction. Pero la gran mayoría de los que nos escuchaban decían que parecíamos Pearl Jam. En fin... Cuestión que aquella fue una banda en serio, con la que llegamos a grabar un disco y un EP, filmar un video, tocar en lugares grosos, tener un público propio, tener unos cuantos hits potenciales y sonar en la Rock & Pop. Sin embargo, no alcanzó. Los astros no se alinearon, no hicimos las cosas como debíamos, no estábamos destinados, quién sabe... Dimos las hurras en 2004. Pero esa es otra historia...