Chavez, Marx, Bolívar...
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JUEVES 25 de Octubre de 2007
Opinión: Chávez parece ignorar que Marx odiaba a Bolívar
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=956174
Por José Enrique Miguens Para LA NACION
Cunde en algunos países de América latina, incluida la Argentina, la impresión de que las grandes decisiones políticas se están manejando con un bajísimo nivel cultural, de conocimiento de los asuntos y de responsabilidad por las consecuencias.
Se está viendo en los gobernantes una incomprensión de las dificultades que atraviesan las sociedades actuales, una infantil simplificación de las alternativas que se presentan y una enorme irresponsabilidad con respecto a las posibles consecuencias de lo que deciden.
El autoritarismo que conlleva el pensamiento único hace que las decisiones políticas se adopten en conciliábulos de no más de tres o cuatro personas, con lo que se pierde el valioso aporte de las muchas personas capaces e informadas que hay en todo país.
Un caso paradigmático de este tipo de manejo político, sorprendente por varias razones, es el del llamado "socialismo bolivariano" del presidente de Venezuela, general Hugo Chávez, con su decadente retorno al marxismo y su inconsulta decisión de imponer la enseñanza del marxismo en todas las escuelas del país.
Sorprendente por su decadente anacronismo, pero más sorprendente todavía porque parece ignorar el manifiesto y explícito desprecio de Marx y Engels por nuestros países latinoamericanos y la admiración de ambos por los Estados Unidos, cuyo imperialismo sobre nuestros países aprobaban. Nuestro asombro llega a su máxima expresión cuando vemos que se enseña obligatoriamente a los niños y a los reclutas militares venezolanos a estos dos autores que vituperaron a su héroe nacional, Simón Bolívar, con sus más soeces y despectivas injurias.
El anacronismo de este decadente retorno al marxismo se puso en evidencia con la extrañeza que surgió de los actuales gobernantes rusos (que algo saben de marxismo) cuando el presidente Chávez, en visita oficial, les dijo que extrañaba al marxismo en Rusia y que no deberían haberlo dejado atrás. Se vio también en el asombro que manifestó el importante consejero político español Miguel Angel Cortés, del que se hizo eco La Nacion. Este especialista, comentando la decisión chavista de imponer la enseñanza del marxismo en las escuelas venezolanas, dijo: "Es un retorno a la Edad de Piedra, o una vuelta al pleistoceno superior".
Pero este anacronismo, esta imposición de "utopías regresivas", como las denominó el ex presidente de Brasil el sociólogo Fernando Henrique Cardoso, no nos puede asombrar demasiado. Estamos acostumbrados en estos lares a que cualquier presidente, apoyado en una ocasional mayoría, se sienta con impulsos dictatoriales para arrear a sus pueblos hacia donde le indica su capricho político.
Es más grave la ignorancia que trasunta el desconocimiento de las posiciones políticas concretas de Marx y Engels, que eran de un orgulloso europeísmo y de una convicción de que el porvenir estaba en los dos países que ellos consideraban depositarios de la civilización y el progreso, cuya obligación era llevarlo a los demás: los Estados Unidos a los países latinoamericanos y Alemania a los países eslavos del Este. Veamos nuestra parte.
Siguiendo a su maestro Hegel, y en la típica actitud del modernismo, Marx y Engels exhiben un europeísmo altanero con respecto a nuestros pueblos, que Hegel denominaba despectivamente "pueblos sin historia".
Hegel llega hasta afirmar en su Filosofía de la historia universal que en América latina se degenera todo lo europeo, no solamente las personas, sino hasta los animales y las plantas importadas.En esa línea, escribe Marx a Engels en un carta del 2 de diciembre de 1854: "Los españoles están completamente degenerados. Pero, con todo, un español degenerado, para un mexicano, constituye un ideal".
En carta a Kautsky, del 21 de enero de 1893, comentando sobre los partidos brasileños, extiende su desprecio a todos los sudamericanos: "La importancia de estos partidos sudamericanos está siempre en relación inversa a las alharacas de sus programas".
No se queda atrás Engels cuando habla de la conquista de la California mexicana por los texanos de los Estados Unidos, en dos artículos periodísticos: "En América latina hemos presenciado la conquista de México, lo que nos ha complacido. Constituye un progreso.Es en interés de su propio desarrollo que México estará en el futuro bajo la tutela de los Estados Unidos" (23/1/1848).
En la época de Engels, se disfrazaba de "tutela colonial" -en Gran Bretaña, de "carga del hombre blanco" y de "misión civilizadora" en Francia- a lo que a partir de 1902, con J. A. Hobson (seguido y citado por Lenin desde 1917) se llama directamente imperialismo.
Pero no todos se engañaban como Engels con el canto de la tutela colonial y la misión civilizadora. Un año antes de esta publicación, el Congreso del estado de Massachusetts había condenado enérgicamente esta conquista, declarando que era una injusta maniobra de los terratenientes esclavistas del Pacífico. Sin embargo, todavía dos años después de esta condena, el 15 de febrero de 1899, Engels sigue en su posición, escribiendo contra Bakunin, que también se oponía: "¿Y les reprochará Bakunin a los norteamericanos realizar una guerra de conquista, pero que fue llevada a cabo única y exclusivamente en beneficio de la civilización? ¿O acaso es una desgracia que la magnífica California haya sido arrancada a los perezosos mexicanos, que no sabían qué hacer con ella?".
¿Estará Chávez de acuerdo con todo esto, para enseñarlo a los niños venezolanos?
Valga, aunque sea difícil de aceptar y menos de comprender, que un país enseñe obligatoriamente las doctrinas de pensadores que los desprecian, pero lo que es realmente incomprensible es que se enseñe obligatoriamente a autores que insultan a su héroe nacional y al título adoptado de República Bolivariana de Venezuela.
El desprecio de Marx por Simón Bolívar es tan profundo que en la extensa biografía que escribió para la New American Cyclopaedia de los Estados Unidos, donde revisa pormenorizadamente todas y cada una de sus campañas, le niega aptitudes militares y, peor aún, valentía, porque, según Marx, casi siempre abandonó a sus hombres en las batallas para huir cobardemente.
Comenta que quería unificar toda América del Sur "en una república federal cuyo dictador quería ser él mismo". En carta a Engels del 14 de febrero de 1858, le dice: "Simón Bolívar es el canalla más cobarde, brutal y miserable", y lo compara con Faustin Soulouque, el negro haitiano que se proclamó emperador.
Lamento tener que transcribir todas estas cosas, que, por supuesto, no comparto, por el respeto que tengo por el pueblo venezolano y su nación y porque ese desprecio me afecta como latinoamericano orgulloso de serlo.
Además, he combatido el eurocentrismo en varias publicaciones mías. Pero ésta es la expresión fehaciente de las opiniones de Marx y Engels, que los gobernantes venezolanos parecen no conocer o no querer escuchar.
Cuando uno entra en utopías regresivas tropieza con todo el contexto histórico que las rodea y del que no puede desembarazarse.
Nada de esto es para criticar a países ajenos al mío; está expuesto como ejemplo dirigido a nuestros gobernantes, para que experimenten en cabeza ajena las consecuencias de las improvisaciones políticas.
Espero que les sirva para que tomen en cuenta aquel precepto que enseñaban nuestros viejos estadistas cuando la Argentina era un país respetable: "Gobernar no es payar".
El autor es doctor en Derecho y Ciencias Sociales.
CURRICULUM Doctor José Enrique Miguens
- Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Buenos Aires. Medalla de Oro y Premio Tedín Uriburu.
- Estudios de Posgrado en Sociología Universidad de Harvard. (1944 y 1945)
- Fue catedrático de Sociología en las Universidades Nacionales de Buenos Aires, La Plata, Luján y Rosario y en la Fundación Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Fundador y Director del Departamento de Sociología de la Universidad Católica Argentina. Actualmente es Profesor en la Escuela de Defensa Nacional..
- Profesor invitado en las universidades norteamericanas de North Carolina, Notre Dame (2 veces) y Connecticut (2 veces). Pronunció conferencias en 12 universidades norteamericanas. Invitado por el "Comitee on Latin American Studies" de la Universidad de Harvard, dictó tres conferencias para profesorees y graduados en marzo de 1971.
- Fundador y Director Técnico del Instituto de Investigaciones Motivacionales y Sociales durante 15 años. Sus encuestas están registradas en la Biblioteca de la Universidad de San Andrés (Archivo Miguens) y en el "Elmo Roper Center" de la Universidad de Connecticut.
- Primer Premio en el Concurso Internacional de Periodismo de Habla Hispana el diario La Nación (1987)
- Fue Presidente Ejecutivo de la Fundación Bariloche y del Instituto apra el Desarrollo de Empresarios enla Argentina (IDEA). Presidente de AAIFAS (Asociación Argentina para la Investigación de Fuerzas Armadas y Sociedad) Fue miembro de la Comisión Directiva del Instituto de Desarrollo Económico y Social y de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS)
- Actualmente es Presidente de la Fundación Redes Solidarias.
- Consultor de la UNESCO. Invitado a integrar el "Comité Restringido de Expertos para la Investigación Interdisciplinaria" y a las Mesas Redondas sobre "Valores Transculturales" en Roma y en Otawa.
Trabajos y Publicaciones Científicas.
Su actitud permanente es la de atender y tratar de aclarar científicamente los problemas sociales importantes a medida que se van presentando en nuestra sociedad argentina. Doy información somera sobre algunos de los temas tratados. (El detalle de los libros, publicaciones en revistas científicas nacionales y extrajeras, así como de los periodísticos sobre cada asunto figura en Anexo aparte)
- Sobre el poder económico en la Argentina. Fue el primer sociólogo en el país en estudiar las relaciones entre los grupos de poder económico y el poder político. (Son 5 publicaciones)
- Sobre aspectos sociales y éticos del desarrollo económico. (Son 4 publicaciones)
- Lucha para afirmar la autonomía científica de la sociología frente a las intromisiones de los teólogos, los moralistas y los filósofos. (Son 7 publicaciones
- Indagaciones sobre morales específicas de los subsistemas; militar, económico y político. (Son 15 publicaciones)
- Defensa de la democracia contra el militarismo político y la violencia. (Son 10 publicaciones)
- Fundamentación sociológica de la democracia y de la política democrática. (Son 12 publicaciones)
- En la actualidad. Para evitar el sectarismo y la violencia ideológicos. (Son ya 5 publicaciones)
Sus libros publicados más recientemente reivindicando a la democracia son: Los Neofascismos en la Argentina (Editorial de la Universidad de Belgrano, 1983), Honor Militar Conciencia Moral y Violencia Terrorista (Ed. Sudamericana- Planeta, 1986); Política sin Pueblo: Platón y la Conspiración Antidemocrática (EMECÉ, 1994); Desafío a la Política Neoliberal: Comunitarismo y Democracia en Aristóteles. (Ed. El Ateneo, 2001)
En los Estados Unidos publicó: Militarism in Developing Countries (En colaboración. Edited by K.Fidel, Transaction Books, 1975) y Juan Peron and the Reshaping of Argentina, en colaboración con Frederick C. Turner, que tuvo el Premio a la mejor publicación sobre asuntos latinoamericanos otorgado por la New England Sociological Association"
Y esto es lo que yo respondí/pienso al respecto:
Respecto al interesante texto, que me desburra mi también, puedo decirte que comparto numerosísimas cuestiones. A saber:
1- Que apostar al marxismo es de la edad de piedra.
2- Mi rechazo al eurocentrismo.
3- La ignorancia supina de nuestros gobernantes.
4- La tendencia dictatorial y autoritaria de los mismos.
5- Lo absolutamente improvisados que suelen ser los gobiernos latinoamericanos.
6- La tendencia a acomodar discursos e ideologías de manera demagógica por parte de estos muchachos.
7- Las contradicciones en las que incurre gente como Chávez al unir marxismo y bolivarianismo.
Ahora se imponen un par de salvedades:
1- Que apostar al liberalismo es anterior a la Edad de Piedra, remite al preíodo Triásico...
2- Mi rechazo al norteamericanismo (tan caro a los afectos del liberalismo). Si tengo que lamerle las bolas a alguien, prefiero a los europeos.
3- La ignorancia supina de nuestros gobernantes (y aspirantes a) liberales: Martínez de Hoz, Menem, Cavallo, López Murphy, Macri, no se destacan precisamente por su elevado nivel cultural ni formación ideológica.
4- Oh bueno, una doctrina que es defendida por Estados Unidos e impuesta a Latinoamérica a través de dictaduras se define autoritaria per se.
5- Los gobernantes liberales están en las antípodas de la improvisación: destruyen los países y los pueblos con un nivel de planificación estremecedor.
6- La tendencia a acomodar discursos e ideologías de manera demagógica por parte de estos muchachos. En este caso es superlativa, porque se las arreglan para venderte lo que sea. Es lógico: son grandes comerciantes...
7- La contradicción suprema de querer unir conceptos como patria, cristianismo y capitalismo no tiene parangón...
En fin, que podría decirte que los cerdos liberales reclaman muchas cosas que ellos no hacen cuando los gobiernos son (o dicen ser) de izquierda. Que podría decirte muchas cosas, pero te voy a decir una sola: siempre, pero siempre, voy a preferir la izquierda a la derecha. Es a la izquierda donde está el corazón.
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5 Comments:
El problema de Miguens es que intenta hacer una lectura de las partes más "retrógradas" de Marx a la luz de la corrección política del siglo XXI.
Digo: lo podemos hacer con Colón y su opinión acerca de los indígenas, pero porque en su mismo momento histórico ya existía una opinión más humana --la denuncia de Bartolomé de las Casas.
A Marx le tocó vivir en un momento de la historia en donde no existía, al menos a su alcance, una visión alternativa a aquella que consideraba que no existe un único esquema de desarrollo ni países "atrasados" o "civilizados". Marx entra claramente dentro del paradigma positivista, pero es algo a lo que ningún europeo en el siglo XIX pudo escaparle. Me parece, entonces, que Miguens analiza el partido del domingo con el diario del lunes.
Abrazo.
8:31 AM
¿Qué querés decir exactamente con "apostar al marxismo es de la edad de piedra"?
10:11 AM
Comparto plenamente tu punto de vista Fede. Eso es lo que me saca de quicio de este tipo de análisis perniciosos, más allá de que no supiera que Marx pensaba eso de Latinoamérica.
Dante, entiendo que el marxismo es una doctrina superada e impracticable. Lo mismo me ocurre con el capitalismo (ni hablar del neoliberalismo). Entiendo que hay que intentar avanzar hacia nuevas formas ideológicas, más pausibles de llevar a la práctica. Abrazo a ambos.
9:31 AM
COmo cuáles?
1:28 PM
Lo que me pierde un poco es lo de superada e impracticable. Del marxismo lo puedo entender, lo podríamos discutir, pero entiendo por dónde vas. Pero que el capitalismo o el neoliberalismo estén superados o sean impracticables, y... Uno echa un vistazo al rededor y ve otra cosa. Ve que es lo que se está practicando, lo cual por supuesto no me parece copado, pero no los veo ni a palos en vías de extinción.
En cuanto al marxismo, en sentido ortodoxo sí coincido con que resulta un poco viejo (viejo siendo medio inútil). Yo qué sé, la gran fábrica con un propietario y quince mil empleados ya no existe más; la escición burgesía/proletariado que tan claramente propone es más difícil de plasmar en esta época; y bueno así otros conceptos y procedimientos más que requieren, como mínimo, una actualización. Y es un bajón que los espacios que podrían albergar esa clase de reflexiones, como la Facultad de Filosofía y Letras, ponele, no lo están haciendo.
9:56 AM
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