Música para una isla desierta Vol 3
41- Never mind the bollocks
42- London’s calling
The Clash (1979)
Sex Pistols (1977)
Temas clave: Anarchy in the UK, God save the Queen, Pretty vacant
Temas clave: Anarchy in the UK, God save the Queen, Pretty vacant
Creo que esta lista va dejando claro que soy un tipo muy ecléctico y que en mis gustos se puede dar la paradoja de que convivan Pink Floyd y la banda que promovía el uso de remeras con la leyenda "odio a Pink Floyd". Pero bueno, vamos a Nevermind the bollocks. La importancia histórica de este disco para la vida del rock es insoslayable. Digamos que quizás sin los Sex Pistols, el punk no hubiera explotado (no digo existido porque estaban los Clash, y antes aún los Stooges y MC5) de la manera que lo hizo. Es decir, los explosivos estaban pero faltaba la mecha. Y la mecha fueron los Sex Pistols que, astucia de Malcom McLaren mediante, supieron explotar mediáticamente la idea... y cambiaron el rock para siempre. Es decir que el disco ya vale como documento histórico. Las momias recalcitrantes han repetido hasta el cansancio el mismo gastado argumento de que los Pistols no sabían tocar sus instrumentos como una denostación de sus méritos. Pero querido, ¡esa era justamente la idea! Eso es lo mejor que el punk le legó a la música que cada vez se parecía menos al rock y más a un ejercicio de autoindulgencia a cargo de estrellas enamoradas de sí mismas y de su virtuosismo musical. El punk retrajo de vuelta las cosas a lo básico y más importante: la canción. Sin el punk no hubieran existido Joy Division, Bauhaus, The Cure, U2, The Police, The Smiths, R.E.M., Sonic Youth, Dead Kennedys, Pixies y un larguísimo etcétera. Y, como dije antes, la acrne del asunto son las canciones, y las de este álbum son realmente grandes canciones. Que sean sencillas, básicas, primales no quiere decir que sean malas, más bien lo contrario. Los sentimientos que expresan son así de básicos y por ende así de auténticos. Y como si eso fuera poco, las letras, la actitud y la imagen de Johnny Rotten han sido fuente de constante admiración e influencia para toneladas de cantantes y de bandas. Never mind the bollocks and the shite they talk, mate!
42- London’s calling
The Clash (1979)
Temas clave: London calling, The uns fo Brixton, Death or glory
He aquí el mejor disco de la mejor banda punk. En London Calling los Clash se refinaron, e incorporaron definitivamente el ska y el reggae sin perder un gramo de actitud ni credibilidad, más bien lo contrario. Este disco representó un formidable salto adelante respecto a "Give'em enough rope", un álbum notable que queda chico ante la excelencia absoluta de "London calling". Sencillamente un clásico inoxidable expresado en verdaderas joyas, una mejor que la otra: no hay un solo tema malo aquí, son todos de muy buenos para arriba. Y ese, tratándose de un álbum doble, resulta casi imposible. Es un riesgo inevitable de este tipo de trabajos elperder fuerza, o caer en la repetición, sin embargo The Clash no solo se bancó el desafío, sino que lo superó largamente, creando el que quizás sea el disco doble más logrado de la historia del rock. Hay discos que se escuchan y se disfrutan, pero hay discos que te cambian el enfoque sobre la música. Tal es el caso de London Calling. Que además dejó claro que no hace falta ser un virtuoso para hacer lo más importante: buenas canciones. Y así se cambia la historia de la música.
Television (1977)
Temas clave: Marquee moon, Friction, See no evil
El punk surgido en New York, de lugares como el mítico CBGB's, fue bastante distinto al inglés. De allí salieron los Ramones, Patti Smith, Talking Heads, Blondie y... Television, quizás la más creativa de las expresiones de ese movimiento. Lo primero que hay que destacar de Television es su profundo espíritu neoyorquino, cuyo ícono fundacional fue la Velvet Underground. Ese rock vicioso de guitarras, donde la experimentación sonora era tan trascendental como las canciones. Bien, Television heredó ese espíritu, del que en los 80's abrevaría Sonic Youth y hoy -aunque sin experimentación- lo hacen los Strokes. Todas bandas neoyorquinas. Lo fundamental en Television es la espiralada interacción entre los dos estupendos guitarristas, Tom Verlaine y Richard Lloyd, quienes gustaban desestructurar los formatos tradicionales de las canciones pop para, sobre crudas bases de garage, construir intrincadas e inquietantes texturas de guitarras que se entretejen de manera fascinante. En "Marquee Moon", su debut, quedó inmediatamente plasmada la fantástica interacción de ambos guitarristas, en el marco de canciones realmente adictivas como "Friction", "Marquee moon", "See no evil", "Venus" o "Torn curtain", cuyos sonidos construyen el mundo perfecto para que se luzca la poesía urbana de Verlaine. Una joyita.
The Ramones (1999)
Temas clave: Blitzkrieg bop, Beat on the brat, I believe in miracles
Dialoguito:
Ramones (saliendo de una compactera): "Hey Ho Let's go!"
Personaje 1: "¿Y eso te gusta? ¡Es recuadrado!"
Personaje 2: "¡Sí!"
Personaje 1: "Mirá, tocan todo cuatro por cuatro..."
Personaje 2: "¡¡¡Sííí!!!"
Personaje 1: "¿Y los solos de guitarra? ¡No hay solos de guitarra!"
Personaje 2: "¡¡¡¡Síííí!!!!"
Personaje 1: "¡P... p... pero los temas duran dos minutos!"
Personaje 2: "¡¡¡¡¡Sííííí!!!!!"
Personaje 1: "Pero, ¡ese cantante no puede cantar ni el arroz con leche!"
Personaje 2: "¡¡¡¡¡Sííííí!!!!!"
Personaje 1: "Mejor me voy a casa a escuchar a los Emerson Lake & palmer, ¡esos sí eran capos!"
Personaje 2 (mientras salta de un lado a otro del cuarto en un éxtasis de felicidad): "She is a sensation, she is a sensation..."
Blitzkrieg Bop, Gimme gimme shock treatment, Sheena is a punk rocker, Teenage lobotomy, Beat on the brat, I wanna be sedated, The KKK took my baby away, I believe in miracles y 52 oportunidades más para darte cuenta de qué es lo único que hace falta para hacer música real y sincera.
45- Horses
Patti Smith (1975)
Patti Smith (1975)
Temas clave: Gloria, Free money, Land
Patti Smith era una poetisa beatnik neoyorquina, que encima estaba casada con Fred "Sonic" Smith, guitarrista de MC5. Un día de 1975 tuvo la gran idea de ponerle música a sus poemas y eso se llamó "Horses" su insuperable disco debut. En él la crudeza del sonido, la intensidad y sencillez de la música, la libertad absoluta en la estructura de las canciones, más la alucinante manera de cantar de Patti, anticiparon lo que vendría un año después. Y así Patti Smith se convirtió en la gran madrina del punk rock. No entiendan punk al estilo Sex Pistols, de hecho aquí hay dos canciones que duran nueve minutos, es punk por lo que expliqué más arriba. Y, sobre todo, por cómo canta Patti, una angustia, una furia, un compromiso absoluto con lo que está interpretando, a través de una voz bellísima. Muchas de las mejores cantantes femeninas -y varios hombres también- harían suyo ese estilo, siendo PJ Harvey y Michael Stipe dos de los más conocidos. Mis preferidos dentro de este fantástico disco son los covers de "Gloria" (de Van Morrison) y "My generation" (The Who), "Free money", "Kimberley", "Elegie" y la increíble "Land", una canción de nueve minutos de duración, muy al estilo de The Doors. "Horses" es indispensable en cualquier discografía que lleve a cualquier isla desierta, habitada o lo que fuere.
Patti Smith era una poetisa beatnik neoyorquina, que encima estaba casada con Fred "Sonic" Smith, guitarrista de MC5. Un día de 1975 tuvo la gran idea de ponerle música a sus poemas y eso se llamó "Horses" su insuperable disco debut. En él la crudeza del sonido, la intensidad y sencillez de la música, la libertad absoluta en la estructura de las canciones, más la alucinante manera de cantar de Patti, anticiparon lo que vendría un año después. Y así Patti Smith se convirtió en la gran madrina del punk rock. No entiendan punk al estilo Sex Pistols, de hecho aquí hay dos canciones que duran nueve minutos, es punk por lo que expliqué más arriba. Y, sobre todo, por cómo canta Patti, una angustia, una furia, un compromiso absoluto con lo que está interpretando, a través de una voz bellísima. Muchas de las mejores cantantes femeninas -y varios hombres también- harían suyo ese estilo, siendo PJ Harvey y Michael Stipe dos de los más conocidos. Mis preferidos dentro de este fantástico disco son los covers de "Gloria" (de Van Morrison) y "My generation" (The Who), "Free money", "Kimberley", "Elegie" y la increíble "Land", una canción de nueve minutos de duración, muy al estilo de The Doors. "Horses" es indispensable en cualquier discografía que lleve a cualquier isla desierta, habitada o lo que fuere.
Bonus track: como si el disco no estuviera suficientemente bueno, como si Patti Smith no fuera suficientemente grosa, encima el disco esta producido por John Cale y cuenta con la presencia de Tom Verlaine. Mejor imposible...
46- All mod cons
47- Exodus
Dificilísimo elegir un solo disco del gran Bob,pero hilando fino creo que "Exodus" es su obra maestra. Grabado en 1977, es un disco perfecto de punta a punta, casi parece un grandes éxitos ya que todas y cada una de las canciones son un clásico. En "Exodus" todos aquellos aspectos que hacen a la música y el mensaje de Bob Marley confluyen al mismo tiempo y en su máxima perfección, convirtiéndolo en una obra maestra. Compositivamente, Bob Marley había alcanzado su plenitud: todos los temas están perfectamente acabados, no tienen una nota de más y fluyen con una armonía exquisita. Su mensaje además llego a una instancia superior de expresión desde lo lírico, con letras como la de "Natural Mystic" (una de las mejores canciones de Bob Marley, en mi opinión), "Exodus","One love", "Jamming" o la siginificativa "The heathen" (quizás la más floja desde lo musical, pero con una letra tremenda), si hablamos de su compromiso con el rastafarismo, con su pueblo y con la libertad del hombre. Puede ser profundamente espiritual y crítico con canciones como "Guiltiness". O se vuelve delicioso cuando simplemente se muestra desde el lado romántico, con canciones tan pero tan buenas como "Waiting in vain" y "Turn your lights down". O puede ser dulce y tan tremendamente humano en "Three little birds", que Bob escribió mientras miraba los pájaros en su lugar favorito para sentarse a escribir canciones, en el número 56 de Hope Road. Un disco irresisitble, que puede ser escuchado una y otra vez sin perder jamás su magia.
48- Unknown PleasuresThe Jam (1978)
Temas clave: English rose, A bomb in Wardour Street, Down in the tube station at night
Del punk inglés surgió de todo, fue un big bang de tal magnitud que liberó todo tipo de cosas, desde los Sex Pistols a The Clash, desde The Police a The Jam. Si bien The Jam fue una de las bandas más populares de Inglaterra surgida del movimiento punk, poco y nada tenía que ver con este en términos de imagen y música. Es decir, como The Police, se valió del punk para entrar, pero lo que hacían era otra cosa. Como el nombre de este dicsco lo indica, The Jam abrevaba por completo en bandas mod de los '60 como the Who y los Small Faces, reconociendo una fuerte influencia también de parte de los Kinks, particularmente de la afiladísima pluma de Ray Davies. La imagen de The Jam era mod, las influencias de The Jam eran mod, y la fuerza y el volumen al que tocaban eran netamente mod. Eran británicos 100% químicamente puros y por eso pasaron inadvertidos en Estados Unidos y fueron absolutamente adorados en las islas. Y es "All mod cons" -su tercer álbum- el disco en el que alcanzaron a epitomizar todas sus virtudes y a licuar sus influencias ya no para apoyarse en ellas, sino para construir una voz propia a partir de ellas. El resultado es un clásico instantáneo, repleto de canciones memorables y puntapié incial de una trilogía de discos fabulosos (siendo los otros dos "Setting sons" y "Sound affects").
47- Exodus
Bob Marley (1977)
Temas clave: Natural Mystic, Wating in vain, Three little birds
Dificilísimo elegir un solo disco del gran Bob,pero hilando fino creo que "Exodus" es su obra maestra. Grabado en 1977, es un disco perfecto de punta a punta, casi parece un grandes éxitos ya que todas y cada una de las canciones son un clásico. En "Exodus" todos aquellos aspectos que hacen a la música y el mensaje de Bob Marley confluyen al mismo tiempo y en su máxima perfección, convirtiéndolo en una obra maestra. Compositivamente, Bob Marley había alcanzado su plenitud: todos los temas están perfectamente acabados, no tienen una nota de más y fluyen con una armonía exquisita. Su mensaje además llego a una instancia superior de expresión desde lo lírico, con letras como la de "Natural Mystic" (una de las mejores canciones de Bob Marley, en mi opinión), "Exodus","One love", "Jamming" o la siginificativa "The heathen" (quizás la más floja desde lo musical, pero con una letra tremenda), si hablamos de su compromiso con el rastafarismo, con su pueblo y con la libertad del hombre. Puede ser profundamente espiritual y crítico con canciones como "Guiltiness". O se vuelve delicioso cuando simplemente se muestra desde el lado romántico, con canciones tan pero tan buenas como "Waiting in vain" y "Turn your lights down". O puede ser dulce y tan tremendamente humano en "Three little birds", que Bob escribió mientras miraba los pájaros en su lugar favorito para sentarse a escribir canciones, en el número 56 de Hope Road. Un disco irresisitble, que puede ser escuchado una y otra vez sin perder jamás su magia.
Joy Division (1979)
Temas clave: She's lost control, New dawn fades, Shadowplay
38 minutos que cambiaron la música para siempre. Bastaría decir eso para definir "Unknown Pleasures". Y aún así no será suficiente, no será justo, las palabras no alcanzarán a darle la dimensión exacta. "Unknown Pleasures" terminó de un plumazo con toda una época -es cierto: los Sex Pistols, The Clash y otros héroes del punk se acreditan ese mérito, pero Joy Division lo hizo, de verdad- y comenzó otro espacio, un lugar musical que no existía aún y que moriría con Ian Curtis amarrado por el cuello al techo de su cuarto. Nadie podrá repetir "Unknown Pleasures", pero al mismo tiempo nada será igual. Ian Curtis garabateó desesperadamente en un papel arrugado el aislamiento, la soledad, el dolor, la locura. Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris capturaron las visiones de Curtis en forma de viñetas de intensidad absoluta, extrema, primigenia. Y Martin Hannett creó el paisaje para eso, Martin Hamnet descubrió cómo hacer sonido del silencio. Decir que "Unknown Pleasures" salió en 1979 es futilmente anecdótico, "Unknown Pleasures" no tiene tiempo, es un no lugar. "Unknown Pleasures" es un Big Bang, demasiada energía concentrada, estallando desde la nada en un infierno creador. "Where will it end?" se desgarra Curtis en "Day of the lords". Nadie tiene la respuesta. Probablemente no exista, porque probablemente "Unknown Pleasures" siga expandiéndose hacia el infinito, eterno y único. No, no me pidan una crítica común y corriente. No me pidan que les cuente canción por canción, ni como suena, ni qué estilo es. Ninguno de esos conceptos cabe para "Unknown pleasures". Porque "Unknown pleasures" no es apenas un disco, es una experiencia. Es un antes y un después. Y como tal debe ser vivido.
49- In the flat field
Bauhaus (1980)
Tema clave: Stygmata martyr, Double dare, Dark entriesEl disco debut de Bauhaus es realmente inmejorable. Cuando apareció, en 1980, Joy Division ya había señalado el camino hacia la oscuridad. Pero Bauhaus, además de subirse a esa densidad lírica y sonora, le sumó una extraña teatralidad, con resabios de su admirado David Bowie. Así construyó un nuevo género: el gótico, al que posteriormente se sumarían miles de bandas con diversa suerte. Para esa teatralidad fue fundamental la presencia y la voz de Peter Murphy, imposible imaginar un tema como "Stigmata Martyr" sin él. Pero el sonido creado por la guitarra de Daniel Ash -poderoso por momentos, siempre oscuro, deteniéndose en arreglos fantasmagóricos, deformes y geniales- es igualmente clave. Tanto como la insuperable base conformada por los hermanos David J y Kevin Haskins, capaz del latido ansioso de "Double Dare" o el pulso mortuorio de "Spy in the cab". Bauhaus no es facilmente digerible, por cierto, y tampoco lo es "In the flat field". Canciones como "St. Vitus Dance" o "Small talk stinks" llevan su tiempo. Pero también es dificil escapar al sombrío encanto de los clásicos: "Dark entries", "Double dare", "In the flat field", "God in an alcove", "Spy in the cab", la inconmensurablemente genial "Stygmata Martyr" o la aterradora "Nerves". "I dare you!" clama Peter Murphy, desafiando a internarnos en la negrura. ¿Que si me atrevo?
50- Concert
The Cure (1984)
Temas clave: One hundred years, Shake Dog Shake, A forest
Durísimo para mí elegir un solo disco de otra de mis bandas de cabecera. Podría ser "Pornography", "Head on the door", "Disintegration" o "Wish", pero eligo éste". ¿Por qué? Ahí va... Este disco salió en 1984, en el marco de la gira de "The Top", quinto disco de The Cure. De las diez canciones, cuatro corresponden a una fecha en Oxford y el resto a tres fechas seguidas en Londres. Eso es el primer punto a favor: parecen todas del mismo show, tenés la sensación de que se grabó un recital completo. Me acuerdo que en los '80, cuando soñaba con ver a The Cure en vivo (¡bah! en realidad todavía lo hago), solía apagar las luces y poner este disco: era lo más cercano posible a esa experiencia. El segundo punto a favor es el sonido: The Cure no había conseguido sonar tan denso, tan oscuro, tan poderoso en sus discos. Lo logra en vivo, la energía de tocar en directo llena los temas de una vitalidad que no hace más que embellecerlos, escuchen y compruébenlo con "Killing an arab" o Charlotte sometimes", por ejemplo. La tercera virtud de este disco memorable es la selección de temas: son todos clásicos sin discusión, lo que hace que el disco jamás decaiga. "Shake dog shake", "Primary", "Charlotte Sometimes", "The Hanging Garden", "Give me it", "The walk", "One hundred years", "A forest", "10:15 Saturday night" y "Killing an arab", todos ellos sin excepción figuran en la lista de favoritos de cualquier fan de The Cure. Y por último, aunque esta apreciación es más subjetiva, viene el cuarto punto a favor de "Concert": abarca la que -a mi criterio- es la mejor etapa de The Cure, la más oscura, lejos. Es cierto, con eso excluyo tres de los mejores discos de la banda como son "Disintegration", "Wish" y "Head on the Door". Pero claro, si "Concert" incluyera temas como "A night like this", "Fascination Street", "High", "The Blood", "Love song", In between days", "Apart", "Pictures of you" o "From the edge of the deep green sea", sería demasiado y todos pereceríamos de una sobredósis de placer.
The Police (1978)
Más allá de mi calentura por losprecios de las entradas, The Police es una banda demasiado grosa y demasiado querida como para olvidarme. Y éste, su debut, es el disco que más me gusta, el más fresco. Se sabe: The Police comenzó como una banda surgida del punk, pero todos sus miembros amaban el jazz y podían tocar bastante más que tres acordes. Claro que en 1978, cuando salió, no era demasiado recomendable -comercialmente hablando- hacer alardes de virtuosismo. Lo bueno si breve, accesible y con actitud, tres veces bueno. Al menos si querías ser alguien dentro del firmamento pop. Y Sting, Stuart Copeland y Andy Summers no querían ser alguien... querían ser los únicos. Por eso se sometieron a las exigencias del mercado en ese momento y sacaron un debut derechito y sin complicaciones. No hay dudas, tratándose de la gente de la cual estamos hablando, que estaba repleto de excelentes canciones: "So lonely", Roxanne", "Can't stand losing you", "Born in the 50's"... ¡todos clásicos y en un debut! No voy a detenerme a explicarles cómo suena The Police porque hay que ser realmente un marciano para no haber escuchado un tema de ellos. Mi comentario tiene como intención orientar a aquellos que quizás tienen apenas un Greatest Hits de la banda y quieren saber qué onda con los discos propiamente dichos. Bien, en este caso van a encontrar la versión más despojada de la banda, haciendo mucho pop, new wave, punk pop y reggae del mejor. ¡Ah! los temas no tan conocidos ("Next to you", "Hole in my life", "Peanuts", "Truth hits everybody") son realmente muy buenos también. Un lujo.
52- Achtung baby
53- The queen is dead
Hijos dilectos de Manchester, The Smiths (1982-1989) fue la gran banda indie de Inglaterra en los '80. Arrancó como casi todas las bandas de aquel entonces, en el post punk, aunque su música estaba más ligada al pop, con un trasfondo melancólico y sentimental marca Morrisey. Justamente, la gran cuota de originalidad de The Smiths estaba dada por la dupla Morrisey-Marr. El gran Johnny Marr desde el sonido particular que le daba a la banda y que fue evolucionando de disco en disco. Bastan tres segundos de un tema de The Smiths y con solo escuchar como suena la viola sabés que son ellos. Ni que hablar respecto de la voz: Morrisey posee un estilo único y extraño, como un ambiguo crooner de voz impostada y sinuosa. Y esa voz lanza algunas de las mejores letras que se hayan escrito en la historia del rock. Bien, los Smiths sacaron cuatro discos, uno mejor que el otro y una enorrme cantidad de singles, uno mejor que el otro. Pero con "The Queen is dead" se les fue la mano, es indudablemente su obra maestra. Arranca con la poderosa canción que le da nombre al disco, donde la banda rockea con una potencia no habitual. Le siguen el pop saltarín -muy Smiths- de "Frankly, Mr. Shankly", la dulce y resignada "I know it's over" y el lamento de "Never had no one ever". A continuación dos estupendos clásicos de los '80: "Cemetry gates" y la inolvidable "Bigmouth strikes again". Llega el turno de uno de los mejores temas de The Smiths: "The boy with the thorn in his side". Luego la bailable "Vicar in a Tutu" y a continuación la increíble "There is a light that never goes out" que es desde mi punto de vista -por música y letra- la mejor canción de la banda. Esta obra maestra cierra con una gemita pop, "Some girls are bigger than others". Recomiendo a cualquiera que quiera saber de qué se trata The Smiths que se compre "The Queen is dead". Hablando de The Smiths no hay algo que lo supere.
U2 (1991)
Temas clave: One, Even better than the real thing, Who's gonna ride your wild horses
A mi criterio, el mejor disco de U2, sin discusión posible. Después de alcanzar la cima del rock de estadios con su apoteótico (y pretencioso) Ruttle & Hum, la banda decidió que era hora de dar un giro realmente importante en sus carreras si querían entrar en los '90 como lo que son: una de las mejores bandas del planeta. Para eso dejaron la Biblia y la política de lado y los reemplazaron por la introspección y la ironía. Se burlaron de su propio status de estrellas de rock y de esa forma se volvieron mucho más creíbles, mucho más reales. Claro que el cambio no solo pasó por la actitud, la música se aggiornó a la nueva década, incorporando los ritmos y sonidos que desbordaban los antros de Manchester y Londres, de lamano de los Stone Roses y Primal Scream, entre muchos. Pero los radicalizaron más aún, sin perder jamás esa capacidad para hacer temas grandiosos. Por eso el disco fue casi vanguardista en su momento (al menos para los patrones de U2), además de contener las mejores letras que Bono haya escrito en su vida. Extremadamente romántico y oscuro, cargado con gemas como One, Who’s gonna ride your wild horses, Acrobat...
The Smiths (1986)
Temas clave: There is light that never goes out, Bigmouth strikes again, The boy with the thorn in his side
Hijos dilectos de Manchester, The Smiths (1982-1989) fue la gran banda indie de Inglaterra en los '80. Arrancó como casi todas las bandas de aquel entonces, en el post punk, aunque su música estaba más ligada al pop, con un trasfondo melancólico y sentimental marca Morrisey. Justamente, la gran cuota de originalidad de The Smiths estaba dada por la dupla Morrisey-Marr. El gran Johnny Marr desde el sonido particular que le daba a la banda y que fue evolucionando de disco en disco. Bastan tres segundos de un tema de The Smiths y con solo escuchar como suena la viola sabés que son ellos. Ni que hablar respecto de la voz: Morrisey posee un estilo único y extraño, como un ambiguo crooner de voz impostada y sinuosa. Y esa voz lanza algunas de las mejores letras que se hayan escrito en la historia del rock. Bien, los Smiths sacaron cuatro discos, uno mejor que el otro y una enorrme cantidad de singles, uno mejor que el otro. Pero con "The Queen is dead" se les fue la mano, es indudablemente su obra maestra. Arranca con la poderosa canción que le da nombre al disco, donde la banda rockea con una potencia no habitual. Le siguen el pop saltarín -muy Smiths- de "Frankly, Mr. Shankly", la dulce y resignada "I know it's over" y el lamento de "Never had no one ever". A continuación dos estupendos clásicos de los '80: "Cemetry gates" y la inolvidable "Bigmouth strikes again". Llega el turno de uno de los mejores temas de The Smiths: "The boy with the thorn in his side". Luego la bailable "Vicar in a Tutu" y a continuación la increíble "There is a light that never goes out" que es desde mi punto de vista -por música y letra- la mejor canción de la banda. Esta obra maestra cierra con una gemita pop, "Some girls are bigger than others". Recomiendo a cualquiera que quiera saber de qué se trata The Smiths que se compre "The Queen is dead". Hablando de The Smiths no hay algo que lo supere.
The Housemartins (1987)
Temas clave: Bow down, Build, The world's on fire
Tras su glorioso debut "London 0 Hull 4" los Housemartins parecían enfrentar un desafío complicado: sacar un disco que mantuviera el nivel de su antecesor. Con "The people who grinned themselves to death" lo lograron plenamente y, para mejor, manteniendo un sano equilibrio entre ese pop feliz musicalmente pero comprometido líricamente y su amor por el godspel y la música de la Motown que habían sugerido en su primer disco. Pues bien, lo que era sugerencia en el debut es evidente en su segundo trabajo. Sin embargo, no pierden su costado pop, solo que se vuelve un tanto menos feliz, hay un dejo de melancolía que remite a The Smiths (chequear el estupendo "We are not going back") y Paul Heaton, el cantante, sigue escribiendo letras que son estocadas mortales a la sociedad inglesa. Y, por sobre todas las cosas, no pierden una sorprendente capacidad para hacer estupendas y contagiosas canciones: chequear el tema mencionado, también el que le da el título al disco, la bella "The light is always green", la excelente "The world's on fire", dos clásicos ochentosos inoxidables como "Bow down" y la exquisita "Build", solo por mencionar las mejores porque son todas buenas. Lamentablemente, la vida de The Housemartins fue brevísima: con este disco se terminó su carrera. Heaton y el batero Dave Hemingway se transformaron en The Beautiful South y el bajista Norman Cook, en Fatboy Slim. Otro gran disco de una banda efímera.
Depeche Mode (1993)
Sí, ya sé. Muchos me dirán que acá tiene que estar "Violator", o "101", pero como estos son los discos que YO me llevaría a una isla desierta, está "Songs...", que me parte el cráneo al medio. Digo más: después de sacar genialidades como "Music fo the Masses", "Black Celebration" y "Violator", uno creía realmente que no podían hacer algo mejor. Más si tenemos en cuenta que, en plenos noventas, el grunge y su reclamo de guitarras distorsionadas ponía en jaque la capacidad de adaptación de una banda tecno. Pero claro, Martin Gore no tiene un pelo de tonto. Y lo que hizo fue arrimarse a esas nuevas tendencias mediante la utilización de instrumentos convencionales, pero sin perder un ápice de su esencia gracias al tratamiento sonoro de Alan Wilder (siempre estuvo a cargo de los arreglos y el sonido de Depeche). Por eso "Songs of Faith and Devotion" sigue siendo 100% Depeche Mode. Y es impresionante, más aún si tenemos en cuenta los riesgos que corría la banda. El disco abre con el tecno blues de "I feel you", un comienzo inmejorable. Le sigue la excelente "Walking in my shoes" -una de las mejores letras de Gore- y la dulce "Condemnation". "Mercy in you" es impresionante, oscura e hipnótica marcha, con una melodía que está entre los mejores momentos de Depeche. "Judas" tiene aires godspell, extrañamente combinados con... ¡gaitas! Y entonces viene mi tema preferido de Depeche Mode: "In your room", una climática canción sobre esos amores de los que sería más sano huir, pero es imposible. Hay un descanso en la flojita "Get right with me" y entonces nos tiran por la cabeza "Rush", un tema de aquellos donde se percibe que en ese momento los muchachos estaban escuchando a Nine Inch Nails. Cierra con "One caress" -con sus dramáticas cuerdas- y "Higher love", las cuales cumplen, sin ser inolvidables. Aunque, para eso ya están las que mencioné previamente y que convierten a éste en mi disco preferido de Depeche Mode.
56- Get readyNew Order (2001)
Temas clave: 60 miles an hour, Crystal, Primitive notion
También acá me van a pedir "Brotherhood", "Technique", "Republic" o cualquiera de los clásicos. Pero no, acá va "Get ready". ¿Por qué? Más o menos lo mismo que Depeche Mode: me gusta cuando las bandas parecen estar en riesgo de desaparecer, y te cierran el orto con un disco de aquellos. ¡Y además con la línea de bajo de "60 miles an hour" ya compro para toda la cosecha, qué carajo!
Pues bien, luego de un laaaargo descanso tras grabar el impresionante "Republic" (1993), New Order volvió en 2001 con "Get Ready". Y la espera valió la pena. Un disco impresionante que está más cerca del rock de Joy Division que del tecno de los años más gloriosos de New Order. Sin embargo, a diferencia de Joy Division, los temas no son oscuros. Cada uno de ellos es una espectacular canción de dance-rock-pop, con melodías increíbles y coros de memorización inmediata. Alcanza con escuchar los dos singles de difusión ("Crystal" y "60 miles an hour") para querer comprarte el disco ya. Y una vez que lo tenés en tu compactera viene un desfile de canciones ultra contagiosas como "Rock the shack" (con Bobby Gillespie de Sprimal Scream) y "Turn my way" (con Billy Corgan); "Primitive notion" tiene una de esas líneas de bajo alucinantes y características de Peter Hook desde los tiempos de Joy Division, de hecho es el más Division de sus temas; "Slow Jam" es otro de los puntos fuertes, con una melodía y una viola tensas, que explotan en un coro... explosivo; mientras que "Vicious streak", "Someone like you" y "Close range" retoman el espíritu electrónico como solo ellos pueden hacerlo. Y además dieron uno de losmejores recitales que ví en mi vida. ¡Gracias por siempre, Peter!
57- Earth, Sun, Moon
Love and Rockets (1987)
Temas clave: No new tale to tell, Mirror people, Thelight
¡Qué buen disco, por favor! Love and Rockets fue la banda que conformaron los miembros de Bauhaus sin Peter Murphy. Es bastante conocida por clásicos de los '80 como "Ball of confussion" o "So alive". Bien, en éste, su tercer y -a mi juicio- mejor disco, no están ninguno de esos temas. Por el contrario hay aquí uno de los trabajos más eclécticos que escuché en muchísimo tiempo. Es oscuro, como suele ocurrir con esta gente, alternando excelentes melodías pop dueñas de estribillos memorables con arreglos notables (chequeen la flauta a lo JethroTull en el clásico "No new tale to tell") y paredes de distorsión de la que nacen bellísimas guitarras acústicas. Es un disco nocturno e hipnótico, que te va infectando de manera lenta pero segura, hasta que lo considerás uno de tus favoritos y por eso lo metés en la mochila, sin mirar atrás, camino a la isla de nunca jamás.
58- Honey’s dead
The Jesus and Mary Chain (1992)
Temas clave: Reverence, Sugar Ray, Far gone and outCorría 1992 y los hermanitos Reid prescindieron de Bobby Gillespie, quien partió para crear Primal Scream. En su lugar trajeron a un ignoto batero llamado Monti. Resultó una incorporación clave, ya que era mejor músico que Gillespie y su aporte rítmico revitalizó a la banda. Así, los hermanitos Reid parieron su mejor set de canciones, donde combinaron la fórmula pop de "Darklands" con la distorsión marca registrada de "Psychocandy". Abren con la espectacular y profana "Reverence", dueña de frases como: "I wanna die just like Jesus Christ/I wanna die on a bed of spikes/I wanna die come see paradise/I wanna die just like Jesus Christ/I wanna die just like JFK/I wanna die on a sunny day/I wanna die just like JFK/with my stereo on". Y de allí en más se despachan con lo dicho: adictivas canciones pop, llenas de ganchos melódicos y líricos, un toquecito de ambigua oscuridad sustentadas por bases de aires manchesterianos, a puro ritmo y todo bañando por la más hermosa distorsión de guitarras. Todas las canciones son buenas como mínimo, pero mis preferidas son: "Reverence", "Teenage lust" (oscurita), "Far gone and out" (pop contagioso), "Sugar ray" (tecno rock a la Jesus & Mary Chain), "Tumbledown" (más pop infeccioso), "Good for my soul" (podríamos llamarla "balada") y "I can't get enough" (más pop distorsionado). Indispensable.
59- Stone Roses
Stone Roses (1989)
Temas clave: I wanna be adorred, She bangs the drums, I am the resurrection
Un disco sencillamente espectacular, que definió el brit pop de los '90. Oasis, Blur, o cualquier otra banda de brit pop no existirían si no fueran por este disco. Combinando la tradicional capacidad británica de hacer excelente pop de guitarras con los ritmos que en esa época se apoderaban de las discotecas, más una brutal cuota de psicodelia, los Stone Roses sacaron esta joya absolutamente imperdible donde la voz arrogante de Ian Brown, las guitarras genéticamente británicas de Chris Squire y la base rítmica absolutamente incomparable de Mani y Reni escupen joyas del peso específico de "Made of stone", "Elephant stone", "I wanna be adored", "I am the resurrection", "Fools gold" y "She bangs the drums". Si alguien quiere conversar de brit pop y este disco no está entre lo más preciado de su discoteca, no podemos ni empezar a hablar. 60- Electric
The Cult (1987)
Temas clave: Love removal machine, Lil' devil, Wild flower
Sí, ya sé. Lo que quieran. Pero The Cult es como una especie de guilty pleasure para mí. Especialmente la voz de Atsbury, que me puede. Y, si bien en términos generales, mi favorito sería "Love", no podría irme a una isla desierta sin "Love removal machine", así que...
En 1987, The Cult estaba grabando su disco "Peace", pensado como el sucesor del grandioso "Love". La idea era mantener aquel sonido pero resultó que el material cayó en manos del productor Rick Rubin, quien con gran olfato comercial decretó: "You should go electric". Era lógico, en tiempos en los que Guns N' Roses iniciaba su reinado en base al hard rock a lo Zeppelin+Aerosmith+Stones+AC/DC. Así que Rubin agarró el material de "Peace", lo remezcló, puso la guitarra de Duffy al frente, le dejó un sonido crudo y hard rockero -donde eso no pudo hacerse las canciones quedaron afuera- y transformó a "Peace" en "Electric". Y "Electric", que podría ser un bajón para todos los amantes de la versión más dark de The Cult resultó un disco excelente para todos los que disfrutamos del hard rock y el rock and roll clásico. Porque "Electric" rockea en serio y la música le queda justa a la increíble voz de Ian Atsbury, un admirador confeso de Jim Morrison, para dejarse llevar por el siempre agradable placer de hacer rock and roll. El disco tenía un single naturalmente demoledor en "Love Removal Machine" -con ese riff tan parecido al de "Start me up" de los Stones- pero además tiene otros temas excelentes como "Li'l Devil", "Wild flower", "Aphrodisiac Jacket", "King Contrary Man", "Peace dog", "Electric Ocean"y el cover del clásico "Born to be wild". Está bien, si uno hila fino, el disco está lleno de la imaginería tradicional del hard rock ("chicas peligrosas", "pactos con el Diablo" y "motocicletas veloces") pero no es más ridícula de lo que lo es en las letras de Zeppelin, Deep Purple y Aerosmith. Al mismo tiempo hay muchos de los tópicos hippie-místicos de Atsbury, ligados a la espiritualidad, la libertad y el pacifismo. Pero lo más importante es que este disco rockea fuerte y bien, es adrenalina, energía y buenas canciones condensadas en casi 40 minutos de -valga la obviedad- electricidad. Y eso solo puede ser tratado de una manera: poniendo el volumen al palo y disfrutando sin mayores cuestionamientos.
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2 Comments:
Con respecto a la inclusión de la antología de los Ramones, pienso que hubo un poco de "trampa" ahí; por el hecho de ser un compilado es obvio que va a tener todos los mejores temas (por otra parte, pensándolo bien, tiene todo el sentido dado que los Ramones son una banda de compilado). Yo personalmente me quedo con el debut que tiene un puñado de temazos que hacen redundante el resto de la discografía. La comparación con ELP (banda de segunda división si las hay) es un poco tendenciosa: te habrías animado a poner en su lugar a King Crimson o Genesis? Igual te entiendo porque sé que lo tuyo va más por el lado de lo primal que de lo barroco (aunque una isla desierta es un buen lugar para un replanteo :). Hay inclusiones muy acertadas, algunas inevitables (Marquee Moon, London Calling) y otras agradablemente sorprendentes como el debut de The Police (el mejor LP que han hecho). No opino lo mismo de Songs of Faith and Devotion que siempre me pareció de lo más flojito de DM. Un abrazo!
2:40 PM
¡Hola Fedefer! ¡Qué gusto enterarme que estuviste pispeando el blog! Yendo a los bifes aclaro algunas cuestiones pertinentes. El listado es de lo que me llevaría a una isla desierta, esto es un aopción única. Imaginate que eso implicaba para mí dejar afuera discos de los Beatles, de Zeppelin, de los Doors, de Pink Floyd y más. Pero era la gracia del juego. En el caso de los Ramones, son para mí una banda de canciones, no de discos, por eso elegí la lógica: si me voy a una isla me llevo algo en donde estén sus mejores canciones. No podría haberme llevado alguno de sus primeros discos y haberme quedado, en consecuencia, sin "I belive in miracles" que es su canción que más me gusta, y que está en un disco muy flojo.
Respecto a ELP... Y sí, me hubiera animado a establecer el mismo paralelo con King Crimson (me aburre muchísimo), con Yes (idem), y hasta con Genesis (aunque esa banda -era Gabriel- sí me gusta). Es que en lo que hace a la esencia del comentario, la cuestión es pertinente.
Sobre el disco de DM no puedo decir mucho más que... ¡me encanta! De hecho me parece el último gran disco que sacó la banda. Pero bueno, son gustos. Un abrazo grande y gracias por leer mis boludeces!!!
3:44 PM
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