Monday, March 27, 2006

El rito

Lo ritual tiene el atractivo de lo seguro y definitivo, el saber que la repetición de los mismos actos conlleva siempre un final absoluto y también de caracter totalmente supremo, generalmente divino. Uno se sorprendería si se pusiera a enumerar la cantidad de actividades diarias que poseen un caracter ritual y que nos gratifican. Bueno, ayer se dio una de ellas. Se llama paternidad. En este caso, ante el hijo sempiterno, River Plei. Fue hermoso. Se dieron todos, pero todos los ingredientes. A saber:
1- Verlos todos amontonaditos atrás, con los laterales que no cruzaban mitad de cancha ni con orden judicial y los dos delanteros arriba como espectadores de lujo.
2- Pelotearlos sin parar, a sabiendas de aquella máxima de los goles errados y el arco propio. Pero igual no importa, a los equipos chicos que vienen a defenderse hay que pelotearlos.
3- Que nos hagan un gol totalmente injusto (golazo, eso sí).
4- Que nos echen a dos -perfectamente echados ambos- y ver como de todas maneras marchan hacia su sino inevitable: las piernas, temblorosas, incapaces del esfuerzo final para liquidar el partido con dos hombres más, como sabiendo que eso no es para ellos, que la historia dicta otra cosa...
5- El temblor de las piernas que se traslada a la tribuna, donde los ojos se empañan de temor cuando ven el cartelito anunciando que entra su Némesis, ese que usa la número 7.
6- Es como que ya saben, como que lo ven venir. Y hay un derrumbe de la voluntad, una flaccidez de los músculos, una certeza de destino que se anuncia como sentencia inexorable.
7- Y entonces ese pequeño demonio con la 7 en la espalda dibuja uno, dos, tres firuletes y la pierna del defensor va hacia él, lo busca, cumple el destino manifiesto como si tuviera voluntad propia.
8- Y allá enfrente no pueden más, pero todavía viene lo peor, porque el ritual no sería completo si el verdugo no es él, el Titán, el 9. El gigante del que siempre se ríen con sorna al principio y con nerviosismo apenas lo tienen en frente, porque saben cómo son las cosas, saben que él está ahí para arruinarles la vida. Siempre.
9- Y se las arruina nomás. Cañón zurdo, descarga, último minuto. Y los globos naranjas se desinflan con la velocidad de los sueños o de los recuerdos añejos, si al fin de cuentas ¿qué otra cosa es una victoria hace 20 años? El aire que sale de ellos está frío, helado como el pecho de esos 5000 que pensaban torcer la historia, desvirtuar el ritual.
10- Pero es más lindo aún, porque no termina ahí. Porque después vienen las lágrimas, el llanto, el "jugamos mejor", el "equipo chico", los manotazos desesperados del que llora como mujer lo que no supo defender como hombre. Y que sorprenden, sí, a pesar de su caracter ritual. Porque uno piensa que algún día cambiará, que algún día se daran cuenta, que lo asumirán. Que harán honor de las sabias palabras de un guerrero colombiano: "Clásico es clásico. Ellos saben lo que pasa..."

4 Comments:

Blogger Fede / Billie said...

Mr Beto, con B de Bostero: el punto número 4 de su argumentación es inapelable.

Pero festejar con un post un empate sobre la hora con un gol de penal... me parece simplemente lamentable.

Un saludo

8:11 AM

 
Blogger Ju said...

Yo no entiendo de estas cosas. Odeo el fulbo.

2:56 PM

 
Blogger beto9 said...

Ja ja ja!!!! Usted es un grande Fede. Pero es al revés. Usted debe entender la lógica: a nosotros nos da más placer lo que más bronca le de a ustedes. Siguiendo esa línea de razonamiento ¿qué puede darles más bronca que lo que sigue?
1- Sentir que jugaron mejor y merecieron ganar, y que les empatemos.
2- Que encima les empatemos sobre la hora.
3- Que para colmo sea con uno menos.
4- Que, peor aún, sea por un penal al Mellizo, a quien odian tanto.
5- Y que encima el gol se los haga Palermo, al que consideran un burro.
Entonces, lo que se festeja tanto no es el empate en sí, o el punto. Lo que se festeja es imaginarse la calentura que tienen por todo lo antedicho.
Más allá de Boca y River, estaría armar un partido entre el Salchicha y el Palermo. Un abrazo.

PD: Juli, es lógico que odies el fulbo después de lo que le ocurrió al Lobo el año pasado...

10:40 AM

 
Blogger Ju said...

NO. Lo odeo porque esta 24/7 en mi casa, todas las noches. De todos los países, todos los colores. El findesemana, ni te cuento...

4:56 PM

 

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